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Mostrando entradas de junio, 2017

Sólo por tres meses. Capítulo VI. Las listas

“Santander, 6 de septiembre de 1937. El redactor del periódico ‘Alerta’ ha hablado con monseñor Antoniuti, delegado para la zona liberada. Le dijo que había venido enviado por el Santo Padre para ocuparse personalmente del regreso a España de los niños expatriados por la ferocidad roja. Muchas madres de Santander, Vizcaya y Guipúzcoa se habían acercado pidiendo que sean pronto repatriados sus pequeñuelos”. Los diarios del bando nacional arreciaban en la campaña, declarando que la situación “estaba normalizada”. La caída de Asturias en octubre significó el hundimiento definitivo del frente norte. Titular de El Universo , “ Bilbao quiere a sus niños ”. La Gaceta del norte exigía a los padres que firmaran las peticiones de repatriación. El artículo más significativo al respecto está firmado por un tal Stefani; por el contexto, posiblemente pseudónimo: “ El periódico católico ‘El Porvenir de Italia’ escribe que la Santa Sede se interesa vivamente cerca de los gobiernos…donde se hiz

Sólo por tres meses. Capítulo V. No vuelvas

Luego, ya mayor, comentaba que no se lo podía tener en cuenta a su madre, pero la carta era muy dura: “No vuelvas. Serás una carga para mí ”. Con mensaje tan escueto, tan frío, quería la buena mujer que el niño desechara cualquier idea de regresar. Las cartas que salían de la España de Franco podían ser censuradas, de modo que otra madre se dirigía a su hija en tercera persona y le mandaba mensajes encriptados: “ Estamos encantados de saber que vas a volver, díselo a María Teresa; dile que en caso de que vuelva no podrá permanecer aquí por mucho tiempo. Ahora somos muy pobres, no tenemos nada. Si ella vuelve, tendrá que irse a vivir con su abuela”. Dice María Teresa, “ mi abuela llevaba veinte años muerta; era una forma de aviso”. El asunto del regreso se planteó inmediatamente. Una parte de la sociedad inglesa no quería allí a los niños; los católicos, que en un principio habían decidido participar en el Comité, enseguida empezaron a hacer campaña por la repatriación, “ hacié

Sólo por tres meses. Capítulo IV. Una nueva vida.

“El domingo 22 de mayo el Habana llegó a Southampton. ¡Qué cantidad de gente! Nos dieron dulces y helados. El Salvation Army tocaba música: el ver esas señoras con esos sombreros que llevaban y los autobuses de dos pisos nos hizo reír mucho y nos dimos cuenta de que la vida era distinta en este país. Nos llevaron al campamento de Eastleigh y cuando vimos las tiendas todos dijimos ‘¡indios!’ Nunca habíamos visto tiendas y menos dormir en ellas.” El recuerdo de Mº del Carmen Antolín Pintado refleja claramente la sorpresa ante unas costumbres diferentes; el proceso de adaptación no iba a ser sencillo. La primera barrera fue el idioma, lógicamente; ni refugiados ni anfitriones manejaban el habla del otro. Paco Robles me contaba que no quería aprender inglés; le resultaba complicada una lengua que, -todavía lo repite hoy- se escribe de una manera y se pronuncia de otra; además “¿para qué iba a aprenderlo si íbamos a estar aquí sólo por tres meses ?” Sin embargo, cuando se dieron cu

Sólo por tres meses. Capítulo III, Desde Santurce a Southampton

La idea original del título no es mía, desde luego; corresponde al libro que con sus memorias publicó el “niño” Rafael de Barrutia. Narra sus alegrías de jugador de fútbol contra los chicos ingleses, ganándoles por goleada; o el momento terrible en el que le comunicaron que su padre y su hermano habían sido fusilados por los franquistas. Afortunadamente fue un terrible error, días más tarde le dijeron que vivían. El viaje era el desgarro. Josefina: “ Papá made the decision. Mamá said No, but papá said Yes…Papá dice 'ellos tienen la vida por delante y nosotros vamos a morir todos'; pero mamá dice que si van a matarnos, que sea juntos.  Para los niños más pequeños, sin embargo, era una aventura, máxime cuando las familias les repetían, -hasta la saciedad, queriendo hacerlo cierto-, que “solamente era por tres meses”. Si bien algunos pensaban que la guerra acabaría pronto, el ambiente no estaba para celebraciones. Paco Robles: “Aún me recuerdo de las lágrimas de mi madr

Sólo por tres meses. Capítulo II, Guernica

La comida era cada vez más escasa en Bilbao y era obvio que la madre de Mari Carmen se quitaba de comer para que a sus hijos no les faltara…Más tarde decían que una señora inglesa había fletado un buque para evacuar a los niños más pequeños de Bilbao y llevárselos a Inglaterra…Cuando hacía ya diez meses que la sublevación había comenzado, y habíamos pasado hambre y mucho miedo durante los bombardeos, mi madre nos dijo que me había apuntado con mis hermanos pequeños. (Testimonios en el libro Recuerdos , de Natalia Benjamín) Conforme se iba desplomando el frente norte la población se concentraba en Bilbao, ya de por sí con dificultades de abastecimiento. El general golpista Mola quería una solución expeditiva a la guerra; desde Pamplona bramaba: Hay que sembrar el terror…hay que dar la sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros (Paul Preston) He decidido terminar rápidamente la guerra en el norte de España…Si vuestra

Sólo por tres meses. Capítulo primero.

Es una especie de letanía. Todas las veces que oí a “los niños” contar su aventura, o que leía sus memorias, repetían incansablemente, “¡Y eso que era solamente por tres meses!” Se acaban de cumplir 80 años desde que un  mes de mayo salieron de Santurce huyendo del hambre y de las bombas; muchos de ellos se quedaron en el Reino Unido para siempre. La celebración del octogésimo aniversario fue en el Meliá White House, de Londres. Nosotros estuvimos allí gracias a la hospitalidad de nuestro amigo Paco Robles, natural de Mansilla de las mulas;  pertenece al colectivo de “los niños vascos” aunque él sea de León, la industria siderúrgica había traído al Bilbao de 1937 gentes de esa región como de Aragón, de Andalucía, de Galicia… Antes de que dejen de estar entre nosotros han querido cedernos su memoria; escrita y grabada, conscientes de que ya les puede empezar a escasear. Cuando embarcaron huyendo del terror los más jóvenes tenían siete años, por lo que es lógico que a las

Manchester, la manipulación del terror

La noticia queda atrasada enseguida; no hemos digerido un susto cuando ya nos están dando otro. El martes anterior al viaje me invitaban a una tertulia en Radio Langreo en la que me tuve que oponer a la eterna joven promesa del socialismo astur, Adrián Barbón, que pedía mayor intervención policial contra el terrorismo. Llegado a Londres leo en la prensa local que Jeremy Corbyn, la promesa vieja del laborismo británico, aboga por la misma solución; dice que Theresa May es culpable de haber suprimido 20.000 puestos de agentes y que él promete, por ahora, recuperar 10.000. La Policía no es la solución. Después del atropello en el Westminster Bridge colocaron unos parapetos para proteger a los peatones. La siguiente acción del terror fue golpear en Manchester, bajo la forma de bombazo., El London Evening Standard, clamaba, “es la hora de intensificar la lucha contra el Islamismo”; el Ejército ocupó entonces las calles, con grandes aplausos de los medios. Ealing Gazette: "Los