Para nosotros, en el Barrio,
era Anita la Perruca; nunca supe de qué rama de la familia venía el mote.
No tenía nada de despectivo, sin embargo, al reflexionar sobre el título de este
artículo me pareció que ella merecía un título honorífico, aunque a su espíritu proletario no le va a
gustar nada eso de “doña”.
Tan merecido como el homenaje que
recibió el martes 27 de junio; el Centro Social de Lada, a cuatro pasos de su
vivienda en la Barriada, conmemora su nombre. Vecindario, representantes
institucionales, camaradas de su partido y sindicato, y quienes no lo somos, pero
admiramos su empuje, asistimos emocionados y aplaudimos sus impetuosas
palabras:
“Llevo peleando desde los doce
años…” Su padre desaparecido por intentar frenar el golpe de estado de los militares de
Franco, su familia perseguida y desposeída de los escasos bienes, “lleváronme
una muñequina de trapu que tenía” recuerda siempre con tristeza y rabia.
Enseguida estaba actuando de
enlace con “los del monte”. Ya no hubo pausa. Las huelgas del año 1962 fueron
un punto de inflexión, demostraron que la Dictadura podía ser derrotada; la
fortaleza del movimiento, la repercusión en todo el Estado y en el exterior,
obligaron al propio ministro Solís a desplazarse a Asturias, dejar al margen su
ineficaz sindicato y sentarse a negociar con las comisiones elegidas
directamente por los obreros.
En la resistencia
tuvieron un lugar destacadísimo las mujeres. Agrupadas, salieron de las casas y
plantaron cara a los esquiroles. Como se ve en el cortometraje de Amanda Castro,
(A golpe de tacón, 2007), acudieron de madrugada a los accesos del Pozu
Fondón y los sembraron de maíz, “pa los gallinas”.
Enfrentamientos con la policía,
manifestaciones, bloqueos de entradas, peticiones de solidaridad al clero. El delegado
provincial de la CNS (sindicato del Régimen) denuncia, alarmado, su actividad y
considera que son un factor fundamental para el mantenimiento de la huelga, por
lo que aconseja “la máxima severidad”.
No necesita la guardia civil
mucho estímulo; detenciones y palizas sin cuento. Una de las detenidas pide al
número que no la golpee, está embarazada; no hay tregua, “mejor, ¡un comunista
menos!” Anita perdió un oído, Tina la de la Joécara murió prematuramente por las
secuelas.
A su lado asentía otra veterana
que no quiso perderse el homenaje a su compañera, Ángeles Flórez
Peón, Maricuela;
encarcelada, maltratada y exiliada por cocinar para los milicianos socialistas,
sigue, a los 104 combativos otoños, reclamando al auditorio la unidad de la
izquierda. La Internacional tiene letras diferentes, si bien están de
acuerdo en una frase: “Agrupémonos todos”.
Más información:
Prensa:
https://www.nortes.me/2023/06/28/cuidao-que-vien-una-muy-gorda-la-advertencia-de-anita-sirgo-la-bisabuela-antifascista-de-las-huelgas-del-62/
«Dejar la lucha, nunca": el consejo de Anita Sirgo a los 93 años al dar nombre al centro social de Lada - La Nueva España: https://www.lne.es/cuencas/2023/06/27/lucha-consejo-anita-sirgo-93-89204965.html
El cortometraje:
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