Me levanté con ánimo, este día claro de Sant Jordi. Empecé a envolver los libros en papel de regalo y bajé a encargar las rosas; la tarde anterior me había acordado a destiempo. La floristera de plantilla me da la buena noticia de que tiene vendidas casi todas; “ahora parece que más gente hace eso de la rosa y el libro; antes casi eras sólo tú”. Me alegro de que el uso vaya medrando. Mientras escribo pongo “Les floristes de la Rambla”, como suelo en esta fecha; una canción preciosa de Miquel Porter, aunque prefiero la versión del Serrat, con mejores medios orquestales. Canto con él: Les floristes de la Rambla ajuden a sortir el sol … y echo la mirada atrás, cuando las Ramblas eran una explosión de colores sin turistas alemanes. A medio día había quedado con las amistades para tomar el vermú. Ya nos liamos, fuimos a comer y terminamos la tarde tomando sidra; una jornada de socialización típicamente langreana, buena para el corazón, aunque se queje el hígado. Entre tan...
El sol ilumina Cuturrasu antes que nada en Langreo. En una mesa electoral en 2011 nacieron estos apuntes. Literalmente de la aldea al mundo