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Encierro. Tragedia.





Hoy es 23 de abril, para las celebraciones oficiales Día del Libro; en mi casa, desde hace decenios Sant Jordi, el Libro y la Rosa. Para cumplir con la tradición, habida cuenta de que las librerías están cerradas por culpa de una corona, -que como todas trae virus patógeno-, debería haber comprado por Internet. Me niego.

Reconozco que estuve tentado a ello, sin embargo, descarté la posibilidad en minutos. ¡Vas a comparar! El placer de entrar en la librería, saludar, preguntar por algunos temas que ya traía previsto y luego revolver a mis anchas, tocar los libros, hojearlos, olerlos. Ni punto de comparación. Así que vamos a celebrar la fecha con esta página y ya nos desquitaremos en cuanto nos den la condicional.

Araceli Fernández Rojo es bibliotecaria en Riañu, -Langreo-, o sea, es de esa especie sufrida, trabajadora y consciente que con pocos medios hace mucho por la Cultura. Me pidió que grabara un vídeo breve; ya que no habrá actos presenciales que al menos los haya virtuales. Le agradecí la solicitud y la atendí inmediatamente, grabé la parte de mi biblioteca donde guardo a Shakespeare. Coincide que el lunes, por aviso de Marta (thank you, again), pude ver un montaje de The Globe con Romeo y Julieta, así que ando estos días con la cabeza puesta en el Bank side londinense, paseando por allí con la imaginación.

Cada vez que me acerco a cualquier obra del Maestro encuentro cosas nuevas, así puedo contarte ahora que el verdadero desencadenante de la tragedia de los amantes de Verona no está en la desgraciada muerte de Mercuccio a manos de Teobaldo (no hay Teobaldo bueno), sino en una epidemia.

…los celadores de la población, por sospechas de que ambos habíamos estado en una casa donde reinaba la peste, sellaron las puertas y no nos dejaron salir.

El fraile queda confinado por sospechoso de portador de la enfermedad, no puede llegar a Mantua con la carta para Romeo y a partir de ahí los asuntos toman un cariz bien negro.

El trabajo del Globe es espectacular. Resulta sorprendente lo que comunican los jóvenes actores, lo mucho que consiguen sin tramoya, con las simples tablas del escenario, usando dos niveles. La escena en la que sacan el cuerpo inerte de Julieta es el paradigma de la efectividad: bajan las parihuelas por entre el público que se queda en un denso y respetuoso silencio.

Con el escenario ocupado de cadáveres, como corresponde a una tragedia que se precie, el Príncipe señala a los culpables: “¡Mirad qué castigo ha caído sobre vuestros odios!”. Moraleja aplicable a nuestros días donde algunos olvidan que los seres humanos hemos salido adelante gracias a la colaboración y hemos perdido siempre que afrontábamos los problemas desde el enfrentamiento. Todos.

Dos familias, iguales una y otra en abolengo,  en la bella Verona, impulsadas por antiguos rencores, desencadenan nuevos disturbios, en los que la sangre ciudadana tiñe ciudadanas manos.

En un Día del Libro no podemos olvidarnos de los tebeos, a través de los cuales muchos de nosotros nos aficionamos a leer cada día. Hace apenas un mes que Asterix y Obelix se quedaron definitivamente huérfanos, Albert Uderzo, su dibujante, moría de un infarto, del mismo accidente vascular que hace años su compañero de aventuras, el guionista René Goscinny. En la historieta Asterix en Córcega hacen parodia de esos conflictos ancestrales, que se prolongan más allá de la lógica sin que haya persona que ponga un poco de raciocinio. Nadie sabe realmente por qué se originaron, pero siguen causando desgracias porque “en todo caso, era muy grave”.


Voltaire escribió El tratado de la tolerancia, pese a lo cual fue duramente zarandeado por el club del Crucificado; persiguieron su persona, prohibieron sus libros, porque señalaba “Comparad las sectas y los tiempos, y hallaréis en todas partes, desde hace 1600 años, una medida casi igual de absurdos y horrores; por todos lados razas de ciegos que se destrozan unos a otros en la oscuridad que les rodea”. Y en El filósofo ignorante nos dejaba en aviso: “Veo que hoy, en este siglo que es la aurora de la razón, algunas cabezas de esa hidra del fanatismo vuelven a renacer”.

Han pasado cuatro siglos más y las palabras parecen haber sido escritas ayer; el ser humano es el único animal que tropieza doscientas treinta y cinco mil veces en la misma piedra de la sinrazón. La Ilustración, se llamaron aquellos tiempos, tan lejanos, tan próximos; Marina Garcés nos propone que recuperemos aquel espíritu con aires nuevos, que trabajemos por “la Nueva Ilustración Radical, como una tarea de tejedoras insumisas, incrédulas y confiadas a la vez”.

¡Feliz Día! Espero que, de acuerdo con la mejor tradición de San Jorge, alguien haya pensado, conseguido o en su defecto prometido, regalarte una rosa y un libro. Y confío en que tú correspondas. Hago votos porque, además, leamos esos libros, para que por fin se cumpla la frase de Kant “Los seres humanos* van abandonando poco a poco el estado de barbarie gracias a su propio esfuerzo”. Saludos cordiales.

*Realmente él escribió “los hombres”, pero todo debe traducirse.

Comentarios

  1. Disfrutando de relectura:
    Dulce Chacón La voz dormida

    Hay que sobrevivir, camaradas. Solo tenemos esa obligación. Sobrevivir
    Sobrevivir, sobrevivir ¿para qué carajo queremos sobrevivir?
    Para contar la historia, Tomasa

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