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Encierro. Femenino.




La Real Academia de la Lengua ha demostrado una velocidad poco habitual y ya nos da consejos para escribir correctamente el virus, que lo sepas: ¡es femenino!

Sí, como lo oyes, virus, pero con género bien definido desde el punto de vista gramatical. Curiosidades del lenguaje, como esta última historia de la cuarentena de quince días. La cuarentena, la buena, la fetén, la de toda la vida, ha sido de cuarenta días, que para eso se llamaba así; y viene regulada ya desde las leyes mosaicas; en el Levítico 12 se lee que la mujer recién parida que haya dado a luz varón será impura durante siete días, pero permanecerá luego otros treinta y tres hasta que pueda ir al templo a purificarse. Cuarenta días se quedaban aislados los pobres enfermos de cólera, sarampión o tifus cuando la medicina era de otra manera.

Claro que al final vamos a cumplir confinados bastante más de los cuarenta días, me temo. Castigo bíblico por nuestros yerros de occidentales soberbios; aproximadamente como los que ordena el Levítico a la mujer que pariera hembra, setenta y tres jornadas recluida.

Estábamos en lo de la Lengua. La Academia es ahora más ágil. El diccionario que tengo en casa es una versión de 1970, que en su décimo novena edición en 1979 y sucesivos estaba perfectamente en vigor. En aquellos tiempos reconocía las voces médico/ca, enfermero/ra, pero no había, por ejemplo, “jueza”. Se suponía que esa palabra definía a la señora del juez. Ahora ya se reconoce que hay juezas, ¡faltaría más, Señoría! Y se han cambiado otros conceptos, ejemplo, ¿recuerdan cómo se definía “antropología”? Pues así: Ciencia que trata del hombre, física y moralmente considerado. Mientras que Ginecología era la parte de la medicina que trata de las enfermedades especiales de la mujer. O sea, las señoras eran solamente elementos patógenos.

Peligrosos seres, que traen todos los males padecidos por la Humanidad desde Adán y Eva. Nada más que ver que toda la derecha salió en tromba acusando al Gobierno de imprevisión por no prohibir las manifestaciones del 8 de Marzo, Ahora se acuerdan, que antes sólo estaban preocupadas por salir en la foto de la pancarta; organizaron sus propios saraos en paralelo, charlas, comidas y entregas de premios. Incluso los del partido altavox del PP hicieron su congreso sin tener ningún tipo de precauciones. (En el pecado han llevado la penitencia). Cinismo.
Quino, siempre señala

El virus es culpa de Sánchez y de las feministas. ¡Vaya por Dios! Y digo lo de dios porque un obispo americano (del sur) sale como un basilisco bramando que esto del bicho es un castigo divino por los pecados humanos, el aborto… (Desde aquí paré el vídeo y pasé hoja). No importa mucho que se consiga la vacuna o que las personas que trabajan en Salud tengan brazos y equipos suficientes; unas rogativas, unos rosarios y todo resuelto. El Señor Arzobispo de Oviedo ya le ha hecho el encargo correspondiente a la Santina, como suele.

Mi amiga Pili Muñiz (gracias, cariño, cuídate mucho) me hace llegar un cuadro, que comparto, en el que se reflejan una parte de los muchísimos actos que se realizaron aquel domingo, día 8. Porque mucho hablar de las manis feministas, pero nada de los partidos de fútbol, de baloncesto, de las carreras varias, del teatro, del cine… ¡Y de las misas, rediós! Que el propio Gobierno no llegó a citarlas entre las prohibiciones una semana después.


Nadie se privó de actos públicos

Se atrevió a hacerlo el Presidente de Asturias, y esa mañana del domingo 15 a la puerta de la Iglesia de San Pedro, en Gijón, un letrero decía que estaba cerrada “por orden del Gobierno regional”. Un parroquiano se subía a las escaleras de enfrente para lanzar el mítin “¡Cura abre la iglesia! Es la casa de Dios y Dios protege a los que están dentro”. El domingo 22, el inefable Jesús Sanz, arzobispo que padecemos, se saltaba todas las normativas legales y daba el espectáculo en Covadonga; 19 personas que tenían que estar recluidas en su casa, salieron para ir con él a misa. ¿Qué tal abrir un expediente sancionador, Señora Delegada del Gobierno? Hay fotos y crónica, “un arzobispo, cinco curas, un monaguillo, once monjas y una voluntaria”.

El Arzobispo tiene bula

Bueno, a todo esto, hablábamos de la forma de llamar a esto del virus. Vamos a ver, la RAE dice que covid19 define una patología (COrona VIrus Disease, -enfermedad), por tanto, debe decirse “la”. Parece lógico, como la diabetes, por ejemplo, pero resulta que decimos otras en masculino, el tifus, el dengue, el cólera. Es decir, hay el y hay la, usémoslos proporcionadamente. Y tenlo bien presente, #denuncialasfalacias


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