Ir al contenido principal

La cucaracha





En la película Días de Vino y rosas (Blake Edwards, 1962), Lee Remick muestra su respeto por las cucarachas que hay en su apartamento, “Tengo miedo de que un día aprovechen mi ausencia para cambiar la cerradura”.

La última vez que la vi fue por tv, claro; andaba yo entonces reflexionando sobre determinados “dirigentes” políticos que se habían apropiado de unas siglas para vaciarlas de contenido, para cambiar las cerraduras ideológicas. Una perfecta maniobra, desarmar la izquierda desde dentro. Inmediatamente pensé en este denostado insecto, “dictióptero, nocturno y corredor”, descripción del Diccionario que encaja con alguno de los sujetos analizados.

Mientras yo elucubraba en mi casa, ubicada en deprimida zona industrial astur, un inglés escribía una parábola en Aldershot, de parecido número de habitantes, condado de Hampshire y con equipo de fútbol en quinta división. Ian McEwan, La cucaracha, editada recientemente en castellano (Anagrama, 2020).

Cucaracha en inglés tiene un nombre onomatopéyico, cockroach, exactamente el que hace cuando se la pisa, triste destino habitual del bicho. Con semejante futuro no es de extrañar el susto del ciudadano que contaba Kafka en 1912: “Al despertar, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto”. Mc Ewan relata el reverso: “Aquella mañana, al despertar de un intranquilo sueño, Jim Sam, inteligente, pero de ningún modo profundo, se vio convertido en una criatura gigantesca”. Pasó de ser blattodea ectobiidae a convertirse en homo sapiens politicus.

Ejerció como Primer Ministro del gobierno de Su Graciosa Majestad la Reina, dirigió la corriente reversionista en el Partido Conservador, que defendió una nueva teoría capaz de revolucionar la economía mundial. Buscó alianzas con el presidente USA, Archie Tupper, experto usuario de Twitter; sin embargo, para afianzar el proyecto, definió la estrategia del Reversionismo en un Solo País (RSP), aunque ello le generara algunas contradicciones. No es habitual que una idea genial triunfe a la primera; su originalidad hace que incluso los más expertos en ella estemos aún estudiándola.

El texto de McEwan debería estar catalogado como ensayo, pero él mismo deja claro que no. “Ésta es una obra de ficción. Los nombres y personajes son fruto de la imaginación del autor y cualquier parecido con las cucarachas reales, vivas o muertas, es pura coincidencia”.

Jack Lemmon, en una reacción común, pulveriza un insecticida, inmediatamente la veterana vecina de al lado advierte a Lee Remick: “Te aconsejo que no pulverices más, porque sino se ponen furiosas y ya sabes lo que ocurre, ¡debes pensar en los demás vecinos!” El pánico se extiende por la comunidad: “¿No saben qué puede ocurrirnos?, ¡no estoy dispuesto a correr ese riesgo!” “Todos los vecinos de este edificio prefieren dejar en paz a las cucarachas”.

Así que la anfitriona aconseja a su imprudente invitado: “Ha profanado el sistema basal del edificio. Lo mejor será que se disfrace, se deje crecer la barba y salga cuanto antes de la ciudad”. Yo habría fumigado con gusto, por higiene ciudadana; no haberlo hecho me permite seguir viviendo en el Barrio (todavía). Jim Sam y sus colegas abandonaron la política y dejaron como recuerdo unos cuerpos sobre la mesa de reuniones en la casa del Primer Ministro. En cualquier caso, no ha obtenido respuesta de Archie Tupper, aún no sabe si anteriormente había tenido seis patas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Me da un poco de vergüenza

El sábado pasado fui a dar un paseo virtual por los Estados Unidos de América del Norte, que el día anterior celebraban el 4 de julio, su fiesta nacional. Me sirvió de vehículo la red Bluesky, a la que se están pasando millones de desencantados de la basura que hiede en Facebook, X y otras similares. Curiosamente, fotos y vídeos se publicaron mayoritariamente por Tik Tok, cuya propiedad china quiere subvertir Trump, Me da un poco de vergüenza comentar sobre la paja en el ojo de otro país, cuando en el propio hay una viga que nos impide la visión; pero, en todo caso, de los USA nos vienen todos los males del capitalismo del siglo XXI, adobados por sus dólares. Si allí la gente se rebela contra su sino, es de esperar que a este lado del océano lo podamos hacer. Es el 4 de julio fiesta patriótica por excelencia, muy adecuada para exacerbar el espíritu militar y el patrioterismo; sin embargo, desde la amarga derrota en Vietnam, ha sido también fuente de quejas de los miles de mutilados, vi...

Y el cielo se desplomará sobre vuestras cabezas

Nos enteramos a partir de La Stampa , -tercer diario italiano, con sede en Turín-, gracias al ciudadano Joaquín Cubero, que nos mantiene al día en asuntos diversos. Traduzco: España, rozando la tragedia: Un avión militar pierde el control durante una exhibición en Gijón. Susto en el Festival de Aviación de Gijón, por una tragedia casi fatal. Un caza de la Fuerza Aérea Española perdió el control durante la exhibición, realizando un peligroso trompo justo al sobrevolar la playa. Se rozó la tragedia probablemente por un fallo temporal de uno de los motores. Desde el inicio de este Festival muchas personas vienen denunciando: Gasto socialmente  inútil. Contaminación atmosférica. Contaminación acústica. Contaminación psicológica. Elogio del militarismo. ¡Y eso sin contar los habituales de la playa! que ven limitado el acceso y prohibido el baño Desde varios días antes las gallinas no ponen, las vacas dan la leche cortada, los perros huyen… Y la población se enerva por el ruido de...

La fantasma de La Rebaldana

  Se ha clausurado en el Pozo Santa Bárbara de Turón la instalación Speculum , una reinterpretación en vídeo de El Jardín de las delicias de El Bosco que ha realizado Smack, un trío de artistas de los Países Bajos; un trabajo de imaginación sobre el tríptico, ya obra de fantasía en sí, de su compatriota Jheronimus Bosch. El marco de la expo no podía ser más interesante; el Pozo Santa Bárbara está protegido como Bien de Interés Cultural desde octubre de 2009, para evitar más pérdida en la arqueología industrial asturiana, y el Ayuntamiento de Mieres ha decidido dotarle, con éxito, como centro de cultural. Por otra parte, tiene una leyenda que lo enmarca en un mundo de fantasías. La primera concesión hullera en esta zona fue la Mina de la Rebaldana, en 1884 (1). El nombre se debe al lugar donde se ubicaba, llamado por la toponimia oficial Rabaldana. Se profundizó el pozo en 1913 por la Sociedad Hullera de Turón; durante decenios ha avanzado de boca a oreja, sobre todo entre las g...