Ir al contenido principal

Solinca


Ya destaca desde el nombre. Con los apellidos suena rítmico: Solinca Turbón Cuesta (Llangréu, 1981). Y además se crió en el Barrio; es decir, no puede ser una persona vulgar.
Hoy es buen día para escribir sobre una mujer. Mejor si es poeta, porque las noticias sobre la violencia machista asustan, nos exigen acogernos a sagrado. Acogernos al sagrado fuego del hogar, templando fríos de alma y cuerpo, amenizados con castañas a la brasa y sidra dulce, inigualable invento gastronómico astur.
De tinta somos y en pallabres nos transformaremos.
No pude estar en la presentación del libro el viernes pasado; me habría encantado estar con sus viejos, y con Roxy, que casi la amadrina; gracias a ella, justamente, he podido leerlo. Una edición de Trabe, Lliteratura interna, que corresponde al premio de poesía “Nené Losada Rico”, 2014.
Crecer en el Barrio, rodeada de la industria y sus residuos, cercada por la fatiga del trabajo diario, de la pelea por llegar a fin de mes, marca. Igual que te deja huella el trato con la familia. Neña:

Años de paciencia,
Invasiones,
Glayíos, ópera
Y algún destrozu…

…Cordilleres de paciencia
Y palaes de cariñu,
Una bona infancia
Con flores nos güeyinos

Así que resulta obligada  la dedicatoria a los mayores: Pa mio güela Mari, la mio lluz.
Como todo poeta que se precie, tiene que echar una mirada melancólica hacia atrás, a la adolescencia perdida, a los sueños aparcados, al despertar duro de la realidad cotidiana, El Collau:

…Yera’l branu, los collacios,
La tierra, les peñes,
La llibertá

Utopíes rotes:
Probe neña soñadora,
Cayó nun pozu
Por mirar pa les estrelles.
La pesadiella de la vida
Nun alcuentra l’aliendu
De nengún príncipe.

Junto el serrín y las aceitunas, al lado del olor a sidra, oyó contar la dureza del trabajo bajo tierra; arrancar las entrañas de la montaña para llevar el sustento a casa. El minero pide comprensión a la Naturaleza:

Montaña, compañera,
Dexame tornar a la llume,
Dexa que’l mio cuerpo esmolecíu
Alcuentre l’asosiegu
Dexa a los mios güeyos
Volver a ver el cielu,
Montaña, compañera,
Sabes bien del mio respetu…
Montaña na que furo,
Ten piedá d’esti mineru.

Poemas brevísimos, de esos que han dado ahora en llamar con nombre japonés, aunque estén en lengua astur; y mi sorpresa, ¡sonetos! Siempre cuento, como anécdota, que cuando estudiábamos la carrera, José Luis García Martín, hoy habitante acomodado del Parnaso, me parecía un tipo sospechoso porque a los dieciocho años escribía sonetos; en estos tiempos que corren he observado que a muchos que se dicen poetas les falta formación técnica, por eso recurren al verso libre, es un terreno fácil. Solinca escribe sonetos, y sabe de lo que escribe.
Lo he dejado conscientemente para el final, aunque para mí es en realidad el principio, la llamada de atención a este pequeño y amable libro, La Barriada.
Si bien nosotros siempre distinguimos perfectamente entre lo que era nuestro Barrio y los pabellones de la Barriada a cuyos habitantes intentábamos ganar al fútbol, comprendemos que haya usado ese título. Incluso se lo perdonamos, vaya; porque ha retratado el obligatorio paseo cuatro veces al día por la escombrera del Nalón. Y el final, la demolición, que no ha significado, en absoluto, la extinción de los lazos entre quienes nos criamos jugando en sus calles, rompiendo cristales o manchando la ropa de los tendales.

Díbemos ceo al mercáu
Y tornábemos a la vera’l ríu
Enllenu de nates peles orielles,
Sentíase nel aire el runfíu de La Térmica…

…Vinieron y valtaron los árboles,
Monstruos de fierro tarazaron la piedra.
Agora, yá nun queda nada.

Sí, queda algo, Solinca. No están los ladrillos, no hay calles para jugar al bote, ni sótanos para guarecer las pillerías; ha caído el transformador, nuestra ágora cotidiana, pero se mantiene esa pátina de familia solidaria que ha hecho grandes nuestros corazones.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Doña Rosario de Acuña, pionera

       Me planto a escribir este artículo el día 8 de marzo; consideré oportuno hablar de Doña Rosario de Acuña justo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en estos días en que los elementos conservadores de la sociedad se han apuntado a la conmemoración, con el objetivo habitual de mermarla de contenido; incluso acabo de ver en la tele que el PP de Madrid convoca su propia manifestación, con el ánimo de dividir un movimiento pujante.      Le quitan al día el apellido, pero es inevitablemente de la Mujer Trabajadora , porque se recuerda el asesinato de unas obreras del textil que fueron vilmente achicharradas por la patronal cuando defendían sus derechos laborales.      La Tertulia Encuentros había considerado que el valle del Nalón no conocía suficientemente a Doña Rosario de Acuña y Villanueva, (1850-1923), por lo que decidió traerla a la memoria de la ciudadanía como colofón de los múltiples actos organizados institucional o s...

El crimen de Vindoria

Había poca luz en la cocina, por entonces la corriente venía a 125 voltios y las bombillas tenían pocos watios, para no gastar; además era frecuente que se cortara el servicio, se levantaba entonces la sólida tapa de hierro colado y la lumbre proyectaba sobre la pared figuras espectrales. La Cuesta Vindoria estaba entre los espectros de mi infancia, entre las historias que oía contar después de la cena; ahora los conozco mejor gracias al libro de Rosa del Carmen Álvarez Campal, que explica el asesinato de cinco mujeres y tres hombres de Laviana, a mano de civiles golpistas. Luis el de la carretera, 55 años, Avelino Hevia, 23, Pepe Toribio, 50, Julia Morán, 41, Chucha la de Blas, 20, Luisa la Cucharona, 19, Rosario Montes, 39, y Joaquina Antuña, 33, fueron sacadas en un camión de la repleta cárcel comarcal ( “no había sitio para sentarse” ) en una noche de otoño que amenazaba nieve, y rematadas, once kilómetros Río Nalón abajo, en una curva donde nunca da el sol. ¿Por ...

Gentes de Cuturrasu: Pelayo

Estaba nervioso; es lógico: Inaugurar exposición en casa de uno, en una pinacoteca que lleva por nombre Eduardo Úrculo, con la corporación municipal, la prensa, el antiguo profesorado, las amistades (las propias y las pesadísimas de su madre y su padre), y la abuela, es para estarlo. Pelayo Martínez Beiro, nacido y crecido en Cuturrasu, es buen chaval, discreto, cariñoso, amable, preocupado por el mundo, estudioso y con éxito. Nació esta muestra del premio en el Certamen Nacional de Artes Plásticas Art Nalón 2012 . Dos series, " Las Doce Pruebas o Mis Doce Trabajos" y "Los polítpticos de una Urraca, un Glayu, un Cuervo et un Rei Dodó". No entiendo de arte, de modo que cedo la palabra a quienes saben; en el catálogo, francamente atractivo, escribe Manuel Ángel Gasco García , pintor y profesor de la Facultad de Bellas Artes de Salamanca: El arte actual sumido en espejos de varios reflejos, siempre vinculados con la economía, con la moda o con el pronto éxito, nos ocu...