“Según Ramito Pinto,
le gustaría que su huelga de hambre suene como ‘El bolero de Ravel’, donde la
música empieza con un eco lejano hasta que invade in crescendo toda la
partitura”, escribe Eduardo Aguirre en el Diario de
León.
Ramiro recibió una carta por la que le retiraban la exigua
prestación que le pagaban como parado de larga duración; fue a reclamar y
resulta que le sancionaban por no acudir a un cursillo cuya convocatoria jamás
recibió. Pero lo peor no era el dinero, sino el maltrato, a él y a cualquiera de
las 23.000 personas que en Castilla-León han pasado por una circunstancia
similar, “me trataron como un perro”.
Y hay algo que nos sobra a quienes estuvimos en las Marchas de la Dignidad, así que, por el cambio de unas leyes
injustas, más que por solucionar su asunto, inició una huelga de hambre a las
12’30 horas del día 15 de julio ante las oficinas del Ministerio de Empleo en
León.


Cuando avisé a Deli y Adolfo, de Navatejera, -como al resto
de las amistades leonesas-, me contestaron que estaban con los nietos en
Alicante; a lo máximo que podía llegar su colaboración era a difundir la
noticia. Y se me ocurrió la idea: ya que muchos estáis de vacaciones, que no podréis
pasar a visitarle, enviadle, al menos, una postal, que será exhibida en la
fachada del edificio, ya tapizada de palabras de solidaridad.
Sr. D. Ramiro Pinto
Cañón
Gran Vía de San
Marcos, 27-acera
24001 León.
Tiene la moral alta; ayer, cuando llegó una pequeña embajada
asturiana, estaba rodeado de tres docenas de personas, habían colgado en la
pared los artículos de la prensa local y la Cuatro preparaba, con gran aparato
de cables por el suelo, una conexión en directo, en la que habló con rotundidad
y firmeza, reiterando que no es un problema individual. Para el domingo 20,12’30 horas, una concentración ante Empleo, le llevará el aliento de la gente
corriente de Extremadura, Castilla, Asturies, y su propio vecindario leonés.
Fuerza y sentido del humor le sobran:”Yo lo que más echo de menos son las
albóndigas de mi madre”. Para que el espíritu no decaiga, para que la
ministra Fátima Nuñez no esté de vacaciones permanentes, envíale una postal;
Ramiro no tendrá tiempo de contestarte, pero te lo agradecerá de corazón; su
gran corazón, que le lleva a jugarse su salud por ti, por mi, por todas las
personas que vivimos de nuestro trabajo.
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