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Subiendo a Cuturrasu


Mientras toda España se asa de calor, superando los 35ºC, Asturies está protegida por un manto de nubes, por una pátina brumosa que hace el verano húmedo, verde, llevadero; subir a Cuturrasu es una ocupación placentera, una obligación, ahora que es "Pueblu Afayaízu de Llangreu 2012".
¿"Afayaízu"?; "encontrarse bien en un sitio", o sea, confortable.
Si uno va desde cualquier zona céntrica del concejo de Langreo, vamos a suponer desde La Felguera, debe cruzar el Río Nalón para pasar a la parroquia de Lada.
Las instalaciones de la Central hacen a modo de hito que señala y separa; el humo de las chimeneas es veleta, observador meteorológico o laboral, su presencia marca la dirección del viento y la demanda de electricidad.
Caminando se tarda en llegar aproximadamente una hora; una de las opciones del camino lleva por Los CuartelesLes Bories, dejando a la izquierda Santianes, que al principio parecía un pueblo clandestino, con el letrero indicador comido por la maleza. La desbrozadora municipal ha solucionado la visibilidad.
Desde lo alto, tras la bruma, se divisa el Centro Stephen Hawking, que será una referencia sanitaria para tratar grandes discapacidades; la fachada de hierro en bruto pretende ser innovadora, si bien la población no anda al tanto de las modernas tendencias arquitectónicas y corre el riesgo de llamarse para siempre jamás " El Furruñu".
Se va paseando entre una vegetación exuberante. En algunas zonas no dará el sol ni siquiera en el verano, por lo que los helechos están frescos y se pueden ver hongos de buen tamaño. A la altura del ramal a Les Bories, al pie de la carretera, encontramos una fuente y un lavadero; tienen agua potable, escasa porque entre los vecinos se la llevan para dar de beber al ganado, pero bueno, ya no se lava la ropa en público, para refrescar un poco al caminante sirve.
Casi sin darnos cuenta estamos llegando, pero un poco antes, a la derecha, tenemos que tomar necesariamente una desviación: Veneros. Al final de la aldea, donde ya no hay más casas, está aquella en la que nació Manuel Llaneza, fundador del Sindicato Minero de la Unión General de Trabajadores, alcalde de Mieres y uno de los personajes más destacados del Partido Socialista hasta 1930. Una placa señala estos acontecimientos, pero no parece que sus seguidores pasen mucho por aquí.
Ya enseguida entramos en Cuturrasu. Vamos directamente al Centro Social, para ver el bronce de la fachada principal, que acredita eso de "pueblu afayaízu" que ya sabíamos antes de que el Ayuntamiento lo reconociera. Adentro se pueden ver los cuadros de honor del campeonato de parchís, los de las fotos de los viajes de la asociación a París o Calahorra y, si uno se fija más , en la vitrina de la biblioteca, el de la patrona local "Santa Polonia"; sin que Joaquín me sepa explicar por qué la rebautizaron. El dibujante sería ateo, poco allegado al santoral, sin duda, que este pueblo siempre ha sido bastante rojillo.
Las fiestas de Santa Apolonia pasaron por mejores tiempos; en años fueron famosas internacionalmente, trajeron actuaciones gloriosas como Manolo Escobar, la Década Prodigiosa, que se negaba a actuar en una aldea y tuvo que ser "hábilmente disuadida" de que no le convenía romper el contrato, Georgie Dann y otras estrellas de la farándula. En cualquier caso si Vd. quiere degustar cordero a la estaca en un marco amigable véngase en septiembre.
Tendremos que hablar otro día de las personalidades locales. El Ropíu y sus descendientes, Manolín Montes, que fue concejal, Josepín, literato,visitador de enfermos y memoria del pueblo, o Beni, artista, asador de corderos, tallista, madreñero, conversador y buen amigo. Hoy solamente vamos a dar un paseo.
Cuando lo hayamos terminado podemos bajar por El Carmen, un pueblo con tanta vida cultural que tiene más asociaciones que familias. Son tan originales que no celebran a su patrona en julio, como corresponde, sino cuando les da la gana, es decir, en estos días; mañana tienen una fabada, para rematar la juerga. En el Centro Social, que llevan con admirable mano otra Carmen y Lenita, con una magnífica cocina, pero de eso hablaremos en otra ocasión.
Otra opción es tomar el camino de San Miguel, desde el que se va uno despidiendo de lo rural para divisar lo industrial, empezando por la escombrera más alta de Europa. Al lado del cementerio de Lada están las ruinas del Sputnik, que es, de creer a quienes lo trataron, el bar donde para ahora habitualmente Josín el de La Granda desde que falleció.
Posiblemente sea sólo una leyenda, pero si no es cierto bien podría serlo, por lo que yo, cada vez que paso, prometo tomarme una de sidra a la memoria del buen amigo, gran cantor e infatigable bebedor; elegante en el atuendo y en la expresión, como consta en los anales de Casa Cordeles, "ilustre casino, incomparable establecimiento, ilustre clientela" a su decir.
Y no he de hacer más comentarios, disfruten de los rincones de Cuturrasu.








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