Parecía una plaga descartada de la sociedad occidental, pero no, regresa, como una maldición bíblica; como la guerra. Mi educación infantil estuvo recorrida por las dos palabras, hambre y guerra, junto con otra, Dios, que mitigaba los dolores de éstas. Los sufrimientos en la Tierra se cambiarán por felicidad en la otra, venturosa, vida; Eterna, de apellido. Desconfío de ciertos pagarés, prefiero cobrar al contado. Contaba un viajante catalán que le sorprendió la Revolución de Octubre, 1934, en un hotel de Oviedo. Nadie le maltrató, pero durante unos días faltó aprovisionamiento, no se le olvidaron los padecimientos, el hambre “era como un cangrejo que se te agarraba a las tripas ”. El éxito en España de la película “Lo que el viento se llevó”, 1938, se debe al parecido con el problema nacional. Guerra, civil para más inri, allí la de Secesión, aquí el golpe de Franco, y hambre. La escena de Escarlata comiendo con ansia una hortaliza entre las ruinas de una vida mejor, f...
El sol ilumina Cuturrasu antes que nada en Langreo. En una mesa electoral en 2011 nacieron estos apuntes. Literalmente de la aldea al mundo