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Segunda etapa. Mieres-La Pola Lena



¡Ay fía, ya vamos!
¡Tamos en Ujo!
Ye que hay manifestación. Los que van a Madrid…


La señora se explicaba a través del teléfono, en medio de la acera. Expectación. Salimos del Liceo de Mieres, (no del Ayuntamiento, como yo había anunciado, ¡que no me entero!), casi en el punto de las doce; en ese sentido la cosa va. La megafonía con música astur y el ruido de barrenos y voladores hizo que el niño se parase pensando en la fiesta; los mayores se acercaban a saludar y dar ánimos. No vi hoy tampoco a representante alguno de la corporación municipal, pero sí vino, entre otros, Ernesto Burgos, historiador, amigo y persona consciente. Las ventanas de los barrios de Santa Marina y Vega de Arriba con gente que nos aplaudía, levantaba el puño y daba gritos de ánimo. Nos acompañaron hasta la glorieta del Polígono y ya encarrilamos carretera arriba las casi doscientas personas que íbamos a hacer la etapa.
Un pelotón de ciclistas, que saben bien de qué va esto, animan: ¡Venga, chavales, que no mos puede’l tiempu! Ciertamente amenazaba con aguarnos la jornada, como ayer; fue más benigno, el clima.


 En Santa Cruz un pequeño problema con el itinerario. Pregunta Héctor: ¿No nos vais a llevar por el paseo fluvial? El Guardia joven sabe de qué va esto: ¡No hombre, que entonces no se entera nadie de la reivindicación! Santullano y Ujo, donde la señora informaba telefónicamente a la amiga; unos pasos más allá otra, con abrigo de pieles impecable, vitoreaba: ¡Ánimo! Nun tengo valor para dir con vosotros, pero que sepáis que toy indigná. En los bares, dejaron los hombres de ver la desagradable derrota del Sporting en Eibar (3-0) y salieron a aplaudir a la acera. ¡Mira, papa, cuánta gente! Y estrenaba, todavía en pijama, desde la ventana, la cámara réflex posiblemente del cumpleaños.


Llegamos a la Pola de Lena con una baja solamente, una perra joven que, enervada por los voladores, se negó a seguir a su dueña. Silencio en las calles, villa fantasma; en el Albergue el eficiente equipo de intendencia tenía preparados los pinchos, las frutas y las bebidas refrescantes en cantidad adecuada. (Aviso, por cierto: Necesitan envases tipo tuperware). Reunión del Comité coordinador y las instrucciones para madrugar mañana. Etapa reina: el Pajares.



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