Dicen los griegos que Papandreu habla mejor inglés que griego. Giorgos Papandreu, primer ministro, hijo de Papandreu, que fue primer ministro, nieto de Papandreu, primer ministro anteriormente, ha presentado su dimisión, después de levantar una gran polvareda amenazando con tratar las reformas en referéndum. Cuando llegó al poder fue muy bien recibido por la Bolsa, por su formación en universidades y escuelas de negocio yanquis. Agradecen ahora que no esté en el nuevo gobierno de coalición, pactado bajo la vigilancia de la jefatura del estado, como tampoco estará su rival histórico, Kostantinos Karamanlis, antiguo primer ministro con Nueva Democracia, que hizo trampas con las cuentas; hijo de Karamanlis, primer ministro, nieto de Karamanlis, primer ministro.
Grecia vive sus peores años desde que fueron derribados los coroneles y con ellos la monarquía que los mantuvo. Precisamente en unos días se conmemora aquel 17 de noviembre de 1973 en que los estudiantes de la Politécnica cimentaron el principio del fin de la Dictadura. Su sangre les costó.
Todavía unos años después, si visitabas Grecia era común oír: “Españoles…reina Sofía…primos”, y no sabías si te estaban hablando de una relación familiar por mantener aquí a la hermana de Pablo, monarca depuesto, o nos tomaban por inocentes; los luchadores veteranos sacaban pecho: “Nosotros hemos echado a los coroneles, vosotros no habéis podido con Franco”; ellos habían despedido al rey, nosotros habíamos encajado un príncipe.
La situación actual vuelve a tener un cierto paralelismo: las élites financieras hacen dimitir a Papandreu, su gestor hasta ahora, al igual que se han cargado el gobierno socialista portugués, a Zapatero y, ayer mismo, al payaso de Berlusconi. Y a todo esto la ciudadanía a verlas venir.
Antes de hablar sobre el cómo unas líneas sobre los quiénes. El nuevo primer ministro, Lukas Papadimos tiene un fuerte olor a provisional, vertebrará un “pacto de estado”, negociado por el presidente de la República y asentado sobre un trípode: Evangelos Venizelos. Pasok (socialdemócratas), el gobernante que da lugar a bromas fáciles sobre su peso físico y el político. Estaba tranquilamente en el parlamento europeo cuando fue llamado por Papandreu para hacerse cargo de las finanzas; sigue en la misma cartera, además de ser vicepresidente. Stavros Dimas. Nueva Democracia (derecha histórica). Ligado a la banca griega, fue comisario de Medio Ambiente en Europa; Ministerio de Exteriores. Makis Voridis. Laos (fascistas), partido que no había tocado poder desde el derribo de los coroneles, Infraestructuras y Transporte.
En la elaboración del nuevo gobierno no se ha tenido en cuenta la opinión de la población, que en su día había dado una amplia mayoría al Pasok. Es la señal de los tiempos. Las páginas económicas de El País el domingo anterior titulaban en portada “El incendiario. Papandreu ha puesto en peligro a toda la zona euro”, porque había osado comentar que iba a preguntar a la población acerca de las reformas exigidas ; en la misma línea el presidente del Consejo de Europa, Herman van Rompuy, en otra situación similar, acaba de manifestar “Lo que Italia necesita son reformas, no elecciones”.
¡Faltaría más!, no se puede andar consultando a la gente lo que quiere, porque no tiene ni puñetera idea de la que se trae entre manos. “No hay ningún español tan idiota de votar al PSOE”, González Pons, inteligentísimo portavoz del PP.
“Está claro que la gravedad del momento y el peligro inminente de una catástrofe de imprevisibles consecuencias ha recomendado no dar la voz al pueblo”, Hermann Tertsch, elegantísimo columnista de ABC. Se alegraba de que los tecnócratas tomaran “las riendas en Atenas y Roma para imponer una política en ningún momento refrendada por los votantes. Y que nada tiene que ver con los programas y postulados de los partidos en el Parlamento”; no puedo reprimirme destacarlo en negrita, considera el hombre que “con mucha razón”. Una colaboración suficientemente clarificadora, y menos mal que están los listos para salvarnos porque “…dada la angustia y la desesperación, pero también la ira y la demagogia, los griegos podrían hoy…” votar cualquier tontería.
El arte del periodismo exige saber titular, ¿cómo encabeza el artículo este santo varón, luz y guía de la moderna Ciencia Política, néctar de filósofos, ejemplo de fino pensamiento democrático?, anótese en los manuales de Facultad de Ciencias de la Comunicación: “Estado de Excepción”. ¡Gracias maestro!
Aún a riesgo de alargarme en exceso para el tamaño habitual de estas líneas, no puedo terminar sin hacer referencia al correo que me envía el amigo Boni Ortiz desde Gijón: “… un vídeo de Pedro Olalla González de la Vega (Oviedo, España, 1966). Escritor, helenista, filólogo, profesor, traductor y fotógrafo, campos en los que desarrolla su actividad profesional en colaboración con editoriales, universidades e instituciones culturales de diversos países del mundo. Desde hace veintiséis años, mantiene una intensa relación con Grecia, país en el que se inició en el helenismo y en el que, en 1994, fijó su residencia para dedicarse a la investigación, la creación y la didáctica. Pedro Ollala nos manda un comentario y una clara explicación sobre la DEUDA GRIEGA que no sólo nos atañe por razones de Solidaridad, también porque seremos los siguientes... http://www.youtube.com/embed/jX7Kqb21b44”
Mercado de Atenas |
Todavía unos años después, si visitabas Grecia era común oír: “Españoles…reina Sofía…primos”, y no sabías si te estaban hablando de una relación familiar por mantener aquí a la hermana de Pablo, monarca depuesto, o nos tomaban por inocentes; los luchadores veteranos sacaban pecho: “Nosotros hemos echado a los coroneles, vosotros no habéis podido con Franco”; ellos habían despedido al rey, nosotros habíamos encajado un príncipe.
La situación actual vuelve a tener un cierto paralelismo: las élites financieras hacen dimitir a Papandreu, su gestor hasta ahora, al igual que se han cargado el gobierno socialista portugués, a Zapatero y, ayer mismo, al payaso de Berlusconi. Y a todo esto la ciudadanía a verlas venir.
Antes de hablar sobre el cómo unas líneas sobre los quiénes. El nuevo primer ministro, Lukas Papadimos tiene un fuerte olor a provisional, vertebrará un “pacto de estado”, negociado por el presidente de la República y asentado sobre un trípode: Evangelos Venizelos. Pasok (socialdemócratas), el gobernante que da lugar a bromas fáciles sobre su peso físico y el político. Estaba tranquilamente en el parlamento europeo cuando fue llamado por Papandreu para hacerse cargo de las finanzas; sigue en la misma cartera, además de ser vicepresidente. Stavros Dimas. Nueva Democracia (derecha histórica). Ligado a la banca griega, fue comisario de Medio Ambiente en Europa; Ministerio de Exteriores. Makis Voridis. Laos (fascistas), partido que no había tocado poder desde el derribo de los coroneles, Infraestructuras y Transporte.
En la elaboración del nuevo gobierno no se ha tenido en cuenta la opinión de la población, que en su día había dado una amplia mayoría al Pasok. Es la señal de los tiempos. Las páginas económicas de El País el domingo anterior titulaban en portada “El incendiario. Papandreu ha puesto en peligro a toda la zona euro”, porque había osado comentar que iba a preguntar a la población acerca de las reformas exigidas ; en la misma línea el presidente del Consejo de Europa, Herman van Rompuy, en otra situación similar, acaba de manifestar “Lo que Italia necesita son reformas, no elecciones”.
Kiosko de El Pireo |
“Está claro que la gravedad del momento y el peligro inminente de una catástrofe de imprevisibles consecuencias ha recomendado no dar la voz al pueblo”, Hermann Tertsch, elegantísimo columnista de ABC. Se alegraba de que los tecnócratas tomaran “las riendas en Atenas y Roma para imponer una política en ningún momento refrendada por los votantes. Y que nada tiene que ver con los programas y postulados de los partidos en el Parlamento”; no puedo reprimirme destacarlo en negrita, considera el hombre que “con mucha razón”. Una colaboración suficientemente clarificadora, y menos mal que están los listos para salvarnos porque “…dada la angustia y la desesperación, pero también la ira y la demagogia, los griegos podrían hoy…” votar cualquier tontería.
El arte del periodismo exige saber titular, ¿cómo encabeza el artículo este santo varón, luz y guía de la moderna Ciencia Política, néctar de filósofos, ejemplo de fino pensamiento democrático?, anótese en los manuales de Facultad de Ciencias de la Comunicación: “Estado de Excepción”. ¡Gracias maestro!
Aún a riesgo de alargarme en exceso para el tamaño habitual de estas líneas, no puedo terminar sin hacer referencia al correo que me envía el amigo Boni Ortiz desde Gijón: “… un vídeo de Pedro Olalla González de la Vega (Oviedo, España, 1966). Escritor, helenista, filólogo, profesor, traductor y fotógrafo, campos en los que desarrolla su actividad profesional en colaboración con editoriales, universidades e instituciones culturales de diversos países del mundo. Desde hace veintiséis años, mantiene una intensa relación con Grecia, país en el que se inició en el helenismo y en el que, en 1994, fijó su residencia para dedicarse a la investigación, la creación y la didáctica. Pedro Ollala nos manda un comentario y una clara explicación sobre la DEUDA GRIEGA que no sólo nos atañe por razones de Solidaridad, también porque seremos los siguientes... http://www.youtube.com/embed/jX7Kqb21b44”
Acabo de rectificar un error de apellidos, lamentablemente me lié con tanta familia política. Agradezco al Sr. Papadopoulos que no me haya retado a duelo por citar incorrectamente su persona y su familia.
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