Se había convertido en uno de los más poderosos atractivos del turismo mallorquín, que marcha viento en popa a toda vela, con crecimientos anuales de número de visitantes y de gasto por viajero. Me encontré con unos matrimonios de Gijón, que viajaban con el Imserso, y me ofrecí a enseñarles Palma. ¿Por dónde empezamos? ¡Por la rampa! Y allí estuvieron, sacándose fotos primero que delante de la catedral. Los Juzgados de Palma están en el viejo edificio de La Salle. La rampa permite el acceso de vehículos al patio posterior, y se ha hecho internacionalmente famosa por las imágenes de una Infanta de España, un campeón de balonmano casado con ella, y sus secuaces, desfilando a declarar ante el juez por haber trincado dinero público. Es tal su éxito como reclamo turístico que ha conseguido salvar de la quiebra un negocio de hostelería; a la salida se ve claramente el rótulo del café Es Suprem, que permite el chiste fácil entre los abogados, “Subimos al Supremo”, “En el Supremo nos
El sol ilumina Cuturrasu antes que nada en Langreo. En una mesa electoral en 2011 nacieron estos apuntes. Literalmente de la aldea al mundo