Vuelven los talibanes, escribí. Realmente nunca se han ido, me contestó Diana; con toda la razón del mundo. Siempre han estado entre nosotros, agazapados, en la clandestinidad; ahora se envalentonan, sacan pecho y manifiestan abiertamente sus variadas facetas. Es bueno, es higiénico, para que no olvidemos que existen y empecemos a elaborar vacunas.
La especie biológica talibán pertenece a la clase virus, de manera que tiene unos potentes mecanismos auto defensivos, -puede permanecer mucho tiempo en estado latente, muta si es atacada- y ofensivos: tiñe de azul todos los elementos débiles y luego los fagocita.
El estado de observación, precisamente por sus propiedades camaleónicas, debe ser permanente, si bien, para orientación general, damos un índice taxonómico aproximado a la fecha:
La especie biológica talibán pertenece a la clase virus, de manera que tiene unos potentes mecanismos auto defensivos, -puede permanecer mucho tiempo en estado latente, muta si es atacada- y ofensivos: tiñe de azul todos los elementos débiles y luego los fagocita.
El estado de observación, precisamente por sus propiedades camaleónicas, debe ser permanente, si bien, para orientación general, damos un índice taxonómico aproximado a la fecha:
- Talibanes religiosos: Esta rama se ha desarrollado debido fundamentalmente a la hiper actividad del papa polaco, recientemente ascendido a beato. Un espécimen paradigmático es el Sr. Rouco Varela que tiene aplicados turiferarios: el arzobispo de Oviedo ha recomendado a los asturianos votar aquellas opciones que defendían valores cristianos. Con notable éxito, porque ha ganado un candidato que ama tanto la familia que ya ha fundado tres.
- Talibanes pedagógicos: Convencidos de que los seres humanos no pueden ser iguales, en sus colegios han conseguido apartar a los emigrantes (pobres) de los nacionales (ricos), separan los niños de las niñas para que no se distraigan y ahora ya proponen hacer escuelas para genios, que no pierdan el tiempo con los tontos que, dicho sea de paso, no sabemos a cuento de qué se empeñan en estudiar.
- Talibanes étnicos: En sus ataques saben distinguir perfectamente entre un "moro de mierda" y un "acaudalado árabe"; obtienen la información por el tipo de desplazamiento, los primeros llegan a Motril en patera, los segundos a Marbella en yate. Están un tanto retraídos esperando a ver cómo se resuelve la extradición de Mladic, si bien gozosos por lo de Badalona.
- Talibanes policiales: Es ésta una subespecie particularmente peligrosa porque en su ceguera acomete, carga o dispara sobre los elementos semovientes, independientemente de su raza, sexo, color o religión. Para estudiarla es preciso buscar últimamente en la letra pequeña de los diarios. "Lo mío ha sido como estar en una pastelería y no poder comer ni un trocito de pastel...tanto hijo de puta y ni una colleja he podido dar..." publican que escribió un tal Ferrán, guardia urbano, en Facebook, decepcionado por no poder explicarse con los acampados en Plaza Catalunya.
- Talibanes judiciales: Particularmente hábiles en llenar las cárceles con ladrones de gallinas y en dilatar los procesos, por si se nos olvida, de los trileros a quienes sus admiradores regalan trajes. Capaces de empitonar a una editorial de euskera o a los chisteros de El Jueves y santamente ofendidos de que se quiera investigar los robos de niños y el general genocidio franquista.
- Todas estas clases, y alguna más, que en días posteriores iremos analizando, se resumen en dos: Talibanes políticos y talibanes económicos, que son el vértice de la pirámide.
Ufff...lo has puesto dificil para añadir algo. Se me ocurren los talibanes mediáticos o no sé como llamarlos. Los que nos meten por los ojos lo que quieren en prensa y televisión dedicando páginas y parrilla televisiva con tonterías y chismorreos o lo que es peor, disfrazando la realidad pretendiendo adormecer y atontar al personal o inclinar la balanza hacia un lado u otro sin ningún escrúpulo.
ResponderEliminarUn saludo desde Coruña.
Efectivamente, faltan, y no porque no los tenga en el listado, sino porque no cabían en el nº de líneas que permite el cuaderno.
ResponderEliminarSe merecen, de todos modos, por su importancia, una página dedicada en exclusiva. Prometo ponerme a ello.
Talibanes académicos. De estos tengo yo muuuuuuuuuuuuuuuuchos. Un ejemplo: la gloriosa publicación de los historiadores de pro y su reescritura de las "hazañas" franquistas.
ResponderEliminarEsto es una prueba, a ver si ya puedo poner comentarios.
ResponderEliminarSoy Patricia, que sólo puedo comentar cómo anónimo, no sé por qué...
ResponderEliminarA lo que iba, que yo, por dar la nota entre todas las opiniones favorables, no estoy de acuerdo contigo en el tema de la educación. Me parece muy bien lo del bachillerato de excelencia, qué quies que te diga. Además, puntualizarte que no es para genios, es para los que tienen mejor expediente. Yo, con un hijo en edad escolar, quedo asustada de lo que veo y oigo ¡y eso que Nícer está en infantil! Así que me parece muy bien que se potencie y se ayude, en la escuela pública, a los niños que quieran aprender.
Y aquí te dejo un enlace de una noticia de hoy en La Nueva España, de algo parecido:
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2011/06/12/estudiantes-quieren-cana/1088251.html
Saludos.