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Mostrando entradas de septiembre, 2024

Las falacias#5700

No es un ordinal, si se numeraran las falacias puestas en marcha por la reacción superarían esa cantidad con creces. Se trata de la cifra con la que quieren alterar a la población de la tranquila localidad de Sotrondio (San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 3000 habitantes). Desde hace semanas la parte más reaccionaria de la política nacional ha lanzado una campaña en la que se asegura que el Gobierno piensa colocar a 5.700 menores de los llegados a Canarias en el Colegio San José, que se mejorará para ser centro de acogida internacional. Se trata de un antiguo colegio de monjas, cerrado por falta de clientela, que sirvió de refugio de urgencia para la primera oleada de familias que huyeron de la guerra de Ucrania. Todo el mundo se volcó con ellas. Sin embargo, llegaron a continuación, en muchísima menor cantidad, inmigrantes africanos y ya cambiaron las tornas; de recibir con los brazos abiertos a señoras blancas, rubias, de ojos azules y cristianas, pasaron los ultraderechistas a in

El arzobispo, el abad y la atea

No podía faltar. Fiesta del día 8 de septiembre, periodistas, cámaras, el señor arzobispo no quiere dejar pasar una nueva ocasión de que se hable de él. Claro que hay otros que le dan oportunidades indebidamente; me explico: desde el inicio del periodo autonómico mezclaron sin venir a cuento la festividad religiosa y la política. ¿Quieren los cristianos ir a rezar a una muñeca en Covadonga? Háganlo. Ahora bien, ¿qué se puede celebrar políticamente en ese día? Como mucho un mito guerrero sobre una batalla que no existió. Puestos a buscar singularidades asturianas igual se podría hablar de mayo 1808, cuando la Junta General del Principado en alarde de soberanía declaró la guerra a Francia, o bien octubre 1934, en que el proletariado asturiano se levantó en armas contra el fascismo. Estos sí son hechos históricamente documentados. El Señor Arzobispo Aprovechando la actual  mezcolanza, lanza Jesús Sanz, convenientemente disfrazado con sayas, báculo y mitra, sus arengas de extrema der