Llamé al teléfono gratuito de atención al cliente; después de la cadena habitual “si quieres consultar tu saldo pulsa 1, si comprobar un cargo pulsa 2, si quieres vender la catedral de Burgos pulsa 3…” al final llega el operador. Cuando le digo que quiero la baja de la tarjeta de crédito, me argumenta que “llevamos trabajando juntos 35 años”. Se lo reconozco, agradezco la colaboración, así como la eficiencia de los empleados las pocas veces que surgieron incidencias; “Ahora bien, y espero que deje constancia escrita, me doy de baja por las tropelías del Presidente Trump, y me abstendré de toda relación comercial con los USA de ahora en adelante”. El joven se queda unos segundos en silencio, este motivo de baja no figura entre los previstos en el argumentario que le facilita la tarea desde el ordenador; luego me agradece las felicitaciones al personal y me reconoce: “Su caso no es el único que estamos teniendo”. No importan desde luego, ni mucho ni nada, mis miserables númer...
El sol ilumina Cuturrasu antes que nada en Langreo. En una mesa electoral en 2011 nacieron estos apuntes. Literalmente de la aldea al mundo