. Había prometido contarte qué se me había perdido en Burgos; aunque hayan pasado dos meses, cumplo lo ofertado. Otras ocupaciones me han alejado del teclado del ordenador. Por cierto, que hace un momento me ha retrasado una llamada de un número de teléfono de Barcelona, desde el que una persona que apenas hablaba castellano me intentaba convencer de que “su computadora tiene un problema grave que debo resolver”. Es un timo, claro. No es la primera vez que llaman, si tengo paciencia charlo un rato con el operador, para su desesperación; la última vez, desde una centralita extranjera, la que llamaba para solucionarme un peligroso virus terminó preguntándome, “¿pero tienes computadora?”. Bueno, a lo que iba. Estuvimos en Burgos de nuevo, porque la hija presidía un tribunal de doctorado y aprovechamos el viaje. Es un orgullo ver a la niña a la que, con seis años, enseñaba cuatro palabras mal contadas en inglés llegada a filóloga con publicaciones de prestigio internaci...
El sol ilumina Cuturrasu antes que nada en Langreo. En una mesa electoral en 2011 nacieron estos apuntes. Literalmente de la aldea al mundo