Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2016

Harto, me tenéis.

Solamente una cosa me salva la mañana, en la radio un concierto de música barroca. Mariano Rajoy y Brey, presidente de un gobierno disfuncional, amenaza con un apocalipsis si no le renuevan el contrato. Al paro debe ir; sin prestaciones, para ver si en la cola de una oficina de empleo se entera de que hay 694.000 familias sin ningún ingreso. Cero. ¡Nada! Miseria material y humana. Exige que le voten, por responsabilidad. Él no votó al candidato de la competencia hace unos meses; ni se abstuvo, -por responsabilidad-, como pide ahora tan machaconamente. Pero es normal este cinismo. Acaba de felicitar al presidente de Colombia por su acuerdo de paz con las FARC; el documento incluye medidas de gracia, la reincorporación de los guerrilleros a la vida civil y garantizarles durante varios años representación parlamentaria. (Debe subrayarse que han sido cincuenta años de guerra con centenares de miles de afectados). Sin embargo en su propio país ha montado en cólera cuando Zapatero

5 de agosto de 1912

Si todo transcurre normalmente, estas páginas serán capítulo de un libro a final de año ; quiero, no obstante, compartirlas con vosotros, aun siendo época vacacional; porque las intenciones humanas no siempre se cumplen, porque la situación nos enseña que la Historia es una línea espiral, y porque en aquellos años no existía el concepto vacaciones; como mucho, -algunos con posibles-, “veraneaban”. Para el desarrollo de estas notas he contado, aparte de otras obras que menciono al pie, con la inestimable colección de artículos del diario El Noroeste, que se pueden leer en la copia virtual que mantiene la Hemeroteca de Gijón. El corresponsal de este periódico, que firma Zapico, informa día a día del desarrollo del conflicto y toma partido abiertamente por los trabajadores. (Foto de portada: Fábrica de la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, 1920). Duro y Compañía había pasado una situación complicada . A la muerte del gran patrón, Pedro Duro Benito, en 1886, ya se cernían nubarr