Tres semanas para detener un poco el tiempo; en octubre estaremos de vuelta. Saludos en general.
Antes de la charla de Laguna de Duero nos preguntaba el corresponsal del Norte de Castilla por la reacción de la gente cuando llegábamos a los pueblos; Cándido y yo estábamos de acuerdo en que había una palabra que la resumía: Emocionante. Al final de la jornada, cuando caminábamos hacia el coche de Belén y Paco, que han tenido la paciencia de traerme a su casa a dormir (no hay en castellano palabra para agradecéroslo), acompañados de Adolfo y estrujados por alguna más, bromeaba con los parados y paradas: " ¡Menos mal que era día de descanso!, habéis sido tan cariñosos que no me queda más remedio que recordar el dicho, hay amores que matan!" A las once ya andábamos camino de la Plaza Mayor, donde, cada semana, Parados/as en movimiento se dejan ver los lunes al sol. La mañana fresca y soleada permitió que se agrupara una cantidad de personas suficiente como para tener un pequeños intercambio de opiniones; en una esquina los furgones policiales hacían ostentación innece
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