Todo el mundo contiene la respiración. Los amigos ni siquiera responden a mis solicitudes de opinión sobre los resultados electorales en otras provincias, es como si no quisieran tocar el cadáver. Una señora manifiesta al periodista que no ha ido a votar y ahora se arrepiente.
Llega la derecha, ¡y qué derecha! Esperanza Aguirre quejándose de que la policía no cargue contra los acampados en Sol y reclamando una reforma laboral de verdad, el Albiol en Badalona intentando echar a los gitanos, amplísimas mayorías en los corruptos feudos de Camps, Fabra y la Islas Baleares, la patronal bloqueando la negociación colectiva hasta que lleguen los suyos, la Iglesia militando como en sus mejores años…¡Y Don Francisco Álvarez Cascos! Llegan tiempos de talibanes.
El PP ganó la campaña electoral, la llevó a su terreno, en clave de competición nacional y el PSOE fue totalmente a remolque. Un gobierno en la actual situación económica se desgasta, Angela Merkel, actual patrona de Europa, está perdiendo elecciones en Alemania, pero las pérdidas del equipo de Zapatero son cuantiosas. Si no he contado mal, salvo Soria y Vigo, ha perdido votos de manera significativa en todas las capitales de provincia. La ciudadanía ha decidido que para hacer una política de derechas, y además hacerla mal, mejor contar con la propia derecha, que a lo mejor sabe.
¿Y ahora qué? Lo lógico, ante tan sonoro fracaso, es dimitir. Sin embargo unas elecciones anticipadas ahora regalarían una cómoda mayoría absoluta a un Rajoy que ha sabido mantener oculto su programa. El PSOE debe entregar la cabeza de José Blanco, prepotente responsable de una malísima campaña, y recomponer filas, mirando hacia el futuro; hacia los intereses de los asalariados, no de los banqueros.
Izquierda Unida en los balances electorales no ve más allá de sus narices. Se regodea del planchazo ajeno, se autoproclama única izquierda de verdad y abanderada de la indignación. Quienes tales cosas afirman no deben saber de aritmética: Si el PSOE ha perdido más de millón y medio de votos, si ellos han subido solamente doscientos mil, si la participación ha sido ligeramente superior, ¿dónde están los votos del descontento? No hace falta estudiar en Harvard: en la derecha.
Cualquier otro proyecto más a la izquierda ha sido laminado, salvo en el País Vasco; los pequeños grupos que levantan banderas proletarias no son escuchados en estas campañas, tengan o no propuestas razonables nadie las oye. El Movimiento 15 de Mayo en quien jóvenes y mayores hemos depositado ilusiones se irá deshinchando, progresiva, inexorablemente; hasta ahora las grandes conquistas contra el Capitalismo han venido de la mano de estructuras organizadas, es decir, partidos y sindicatos obreros, grupos de personas actuando agrupadas en torno a un programa. Lo demás es poesía.
Me gusta la poesía. Pero también las matemáticas. Sumar es imprescindible en este momento. Hay cientos de miles de personas militando en las organizaciones de izquierda de toda la vida; si los dirigentes no corresponden con nuestra forma de ver las cosas no quiere decir que haya que destruir las herramientas, habrá que pulirlas, limpiar el óxido, para que corten y golpeen eficientemente.
Tienes toda la razón. El descontento es evidente y ya lo era antes de las elecciones. En comentarios de calle se observaba ampliamente y se hablaba de un voto de castigo. ¿Lo han conseguido votando a la derecha? ¿Con casi un millón de votos entre nulos y en blanco que han convertido a estos en el cuarto grupo de electores?. Si la izquierda no hace un claro estudio de su situación y pega un giro volcándose hacia posiciones claramente de izquierdas, el descontento continuará. Hasta ahora han adoptado medidas a favor de la banca y los grandes mercados dejando de lado al pueblo que es el único que no tiene la culpa de esta crisis y sobre el cual están haciendo recaer los problemas. O se cambia o tenemos derechona para tiempo.
ResponderEliminarEjemplo del comportamiento de la derecha: http://www.youtube.com/watch?v=vmlMOZjsfp0&feature=player_embedded#at=95
ResponderEliminarAquí (Baleares) empiezan a oirse campanas de posibles dimisiones de un lado y giros radicales de otro: reformaremos la política educativa, nada de enseñar/aprender en catalán: los padres (sic.) elegirán el idioma en el que deben aprender sus hijos, y si estudian en el del lugar será con libros en mallorquín, ibicenco y formenter... (¿formenterino? ¿formenterense? ahora dudo de cómo lo dice Bauzà: "formenterenc" en la lengua del país). A nivel local (Palma): fomentar el turismo (sol+playa+basura), eliminar el "innecesario" carril bici de las Avenidas, etc. etc. etc. Ah, y un aviso para navegantes: "la caja podría estar más vacía de lo que pensamos". A ver si vamos a creer que sólo robaron ellos.
ResponderEliminar"Plaza Islandia" sigue en pie: http://www.acampadapalma.es/